Con la presencia de Evaliz Morales,
hija del Presidente de Bolivia Evo Morales, se realizó el Primer Encuentro
Trinacional de Jóvenes Insurgentes del Siglo XXI.
Con
el propósito de trabajar por una integración real entre pueblos, no siendo
solamente relevante la relación entre Estados, si no, fundando una nueva
cultura para la paz, delegaciones de jóvenes de Bolivia, Perú y Chile participaron
en Arica en el Primer Encuentro Trinacional de Jóvenes Insurgentes del Siglo
XXI “En el camino de la diplomacia de los pueblos”, Movimiento Patriótico
Manuel Rodríguez, MPMR, y Vía Arica y
Parinacota.
La
actividad autoconvocada, contó con la participación de Evaliz Morales, hija del
Presidente de Bolivia Evo Morales, quien relevó la importancia del encuentro en
la construcción de nuevos procesos.
“Es
un encuentro de la unidad de pueblos, porque el capitalismo nos ha separado. Es
un reencuentro, unirnos por una lucha bajo los principios de los pueblos
indígenas. Para construir la Patria Grande, (…) que no hayan frontera, que
seamos uno solo”, dijo Morales.
Agregó
que la jornada de discusión y análisis de los procesos históricos políticos
trinacionales, es un desafio para las nuevas generaciones. “Estamos para
autoevaluarnos de acuerdo a la realidad que vivimos, proponernos nuevos retos,
rompiendo los paradigmas habituales que existen. Debemos autoconvocarmos como
jóvenes para seguir con la esta lucha, y seguir articulando nuevos procesos en
los países”, dijo.
Manifiesto
El
encuentro concluyo con la elaboración de un manifiesto político de la juventud
insurgente del siglo 21, donde el rol de las nuevas generaciones es crucial
para la diplomacia de los pueblos.
“Nuestro
momento histórico exige que nuestras acciones deban reflejar una elección que
signifique vivir para derrotar al imperialismo depredador de la madre tierra.
Esto implica cambiar nuestra forma de vida y de lucha, porque desde un
principio debemos saber que una lucha justa del pueblo es por la vida y no por
la muerte”.
La
declaración firmada por las y los asistentes agrega: “Por esto la juventud debe
tener un rol relevante en los procesos de cambios en sus diversas formas de
expresión contemplando la necesidad de reconocer nuestra realidad local como
elemento fundamental de crear nuevas prácticas políticas para relacionarnos
entre pueblos y hacer carne nuestros principios y valores convocantes, como lo
son la descolonización, despatriarcalización y necesidad de un trabajo que
trascienda las fronteras, viendo a estas como puertas y no como límites que nos
separan”.
“Debemos
abrir luchas que permitan avanzar en la tan anhelada diplomacia entre pueblos,
rompiendo las lógicas verticales, avanzando todos juntos, comprometidos por los
cambios profundos, creando y construyendo una nueva forma de relación entre
pueblos hermanos”, puntualiza el documento compartido por las delegaciones de
Chile, Perú y Bolivia.
Explica
el manifiesto que: “Nuestro reto es histórico, porque venimos de pueblos con
dignidad, identidades, valores y
principios pluriculturales, que cuentan con la decisión y conciencia para
luchar por la verdadera libertad y justicia para todas y todos., por esto no
tenemos otro camino más que unirnos y organizarnos para luchar en contra del
imperialismo, porque su sistema capitalista no va a respetar a nadie y ya lo ha
demostrado durante siglos con la injusticia, el crimen, el despojo y la
explotación que busca imponer en todo el mundo.
Por ello es importante crear un nuevo relato, que nos permita generar un
nuevo discurso que represente las identidades que forman parte de los pueblos
que viven en nuestra madre tierra, yendo en contra del relato hegemónico que
durante más de un siglo ha buscado enemistar a pueblos hermanos”.
El
segundo encuentro se realizará en marzo en Puno, Perú.
Por Leyla Noriega
Fotos. Dante Choque
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